Yo soy Djahuty; Thot. Yo soy la puerta a aquel más allá. Yo soy el portal, yo soy el tiempo. Yo soy la historia. Mi piel es la memoria.

 

Yo soy el camino, yo soy el espacio. Yo soy el sendero de la vida. Vuestro canto abrirá las puertas de la red y aquello que está del otro lado no es nada esperado por vosotros. Si habéis venido sólo esperando un tiempo de luz, es que no habéis entendido la puerta que habéis venido a abrir. La puerta de la conciencia no se vale de la luz. La puerta de la conciencia se vale de entender la historia y los caminos del mundo.

 

La historia del Creador no es un camino desde las sombras a la luz. La historia el creador es un camino hacia el descubrimiento. Detrás de cada portal radica una nueva realidad. Sin juzgarla, el ser divino se lanza a vivir su historia, a experimentar paso a paso su camino. No hay, pues, juicio en aquello que habéis de abrir.

 

Habéis venido a abrir las puertas de la conciencia del mundo y para ello es preciso integrar su historia, presente, pasada y futura. Para integrar su historia es necesario reconocer sus caminos desde el origen. No hay camino recto hacia el divino. No hay forma adecuada hacia el divino. No hay momento en la historia perfecta. No hay portal donde sólo atraviese un aspecto del ser.

 

Mahas es el primer nombre del divino. Mahas es el primer nombre de la existencia, las puertas del tiempo y el espacio. Os pediré aquí, hermanos y hermanas, que al abrir las puertas del tiempo y el espacio no juzguéis ni pasado ni futuro. Este mundo ha cerrado sus puertas tiempo atrás. Ha cerrado la forma de ver la realidad del mundo. Sólo ve el cielo para contemplar la poesía del brillo. Sólo ve el cielo como una forma de escapar de la realidad. Las puertas se han cerrado hace demasiado tiempo, por miedo y por fe. Cuando las puertas se abran, todo aquello que estaba estancado dentro de esta casa será liberado, y todo aquello que esperaba ingresar hallará hogar.

 

Depende del amor del guardián de la puerta de quién entre y cómo entre, de quién salga y como salga. La responsabilidad de ser el guardián de la puerta del tiempo y el espacio es no juzgar por el preconcepto, sino por la resonancia. Este mundo resuena bajo. Este mundo vibra en la tiniebla. Es por ello que al abrir sus puertas tinieblas recibirán. Más, si sus guardianes vibran de amor en alto canto de resonancia, sólo ingresará por la puerta aquello que le sea afín. Así es, pues, que os ruego, si queréis realmente transformar el mundo, que abran las puertas desde el corazón. La historia no tiene prisa, los caminos son eternos. Es vuestra decisión. No hay para nosotros en otros mundos necesidad de que vosotros mejoréis como especie. Es importante que tengáis esta consciencia. No sois importantes. Sois sólo una especie del tercer nivel en un mundo en desarrollo con la posibilidad y la potencialidad de abrir sus puertas a algo superador. Todo lo que venga dependerá de los corazones que abran dicha puerta. La responsabilidad se tiñe de amor. Y no os confundáis: si queréis abrir las puertas por amor a un mundo que sufre, entonces no es amor; eso se llama pena. El amor no se siente por el que sufre. El amor no se siente por un mundo oprimido. El amor se siente por amar lo que es. Hasta que no améis el mundo tal cual es, no sabréis lo que es el amor. Hasta que no caminéis el mundo observando la basura con la luz que irradia, no viviréis el amor. Hasta que no dejéis de juzgar a aquellos que contaminan y destruyen la tierra, no sabréis lo que es el amor. Hasta ese instante seguiréis siendo condicionados por la creencia de lo que está bien y lo que está mal.

 

HA: la historia os los dice, millones de años de historia lo aclaman.

 

SA: los caminos lo dicen, millones de senderos lo aclaran.

 

Inspira profundo. Recuerda pues a quién has venido aquí a representar. Recuerda quién eres. Ahora dejas de ser tú y tus preconceptos para convertirte en una puerta de la Tierra, en una historia concreta, en un lugar concreto. Enciende la historia en ti. Enciende los caminos.

 

Proyéctate en este instante al nodo, a la puerta de la tierra a la que perteneces.

 

SA: el camino del espacio observa su paisaje. Contempla sus cordilleras, piedras, plantas, agua. Siente el lugar, proyecta tu cuerpo a la materia de ese sitio.

 

HA: historias. La vida. Proyéctate al pasado, presente, y futuro de este sitio que has venido a representar.

 

MA: la puerta contempla desde los cielos, las estrellas, la luz que baña cada día este sitio. Vosotros abriréis las puertas del tiempo y el espacio para todos los demás.

 

Respira profundo… Cantos…

 

¡Conéctate! ¡Abre las puertas! Cantos…

 

La conexión está hecha. El balance. Yo soy el divino. Las puertas están abiertas. AEI.