El viaje termina donde empezó. Hemos de volver a nuestro mundo cotidiano y compartir los dones que recibimos durante el camino para cerrar el ciclo y poder volver a empezar.
El viaje termina donde empezó. Hemos de volver a nuestro mundo cotidiano y compartir los dones que recibimos durante el camino para cerrar el ciclo y poder volver a empezar.