RESUMEN:

En este diálogo entre el “YO” y el “SOY”, se aborda la búsqueda de significado y la sensación de desasosiego que surge cuando las expectativas no se cumplen. El “YO” anhela una vida llena de magia y cambios constantes, mientras que el “SOY” señala la importancia de encontrar la plenitud en el presente y en los actos más simples. Se enfatiza la necesidad de practicar la consciencia del “Aquí y Ahora” y reconocer cada momento como una oportunidad para experimentar la divinidad interna. Se invita a dejar de buscar fuera de uno mismo y conectar con el pulso del corazón, encontrando en cada acto la expresión del ser espiritual. La sabiduría se descubre en la práctica constante y en el reconocimiento de que todo lo que se busca ya está presente en el interior. El mensaje central es recordar que la realización espiritual no está en la búsqueda frenética de experiencias externas, sino en la conexión profunda con el ser interno y en vivir plenamente en el momento presente.

FRASE:

“El futuro se construye con los actos del presente. Deja de mirar el horizonte y contempla el eje que eres.”

EJERCICIOS:

Meditación del Aquí y Ahora:

Dedica unos minutos cada día para enfocarte en el momento presente. Siéntate en un lugar tranquilo, cierra los ojos y respira profundamente. Lleva tu atención a tus sentidos: siente la temperatura del aire en tu piel, escucha los sonidos a tu alrededor, observa las sensaciones en tu cuerpo. Reconoce que este momento es único y especial. Repite en silencio la afirmación: “Estoy aquí y ahora, experimentando plenamente este instante”.

Meditación del Pulso del Corazón:

Encuentra un momento tranquilo para sentarte cómodamente. Coloca una mano sobre tu corazón y cierra los ojos. Concentra tu atención en los latidos de tu corazón. Siente cada pulsación como una conexión con tu ser interior. Imagina que tu corazón late al ritmo del universo, recordándote tu conexión con todo lo que existe. Respira en armonía con los latidos de tu corazón.

Meditación de Gratitud por lo Simple:

Antes de comenzar tu día o al finalizarlo, reflexiona sobre los actos más simples que has realizado. Puede ser algo tan básico como beber agua, tomar una bocanada de aire fresco o sonreír. Cierra los ojos y toma conciencia de cómo estos pequeños actos son expresiones de tu ser interior. Siente gratitud por la capacidad de experimentar y ser consciente de estas acciones cotidianas.

Meditación de la Realización Interna:

Siéntate en un lugar tranquilo y respira profundamente. Visualiza una luz brillante en tu corazón, que representa tu esencia divina. Imagina cómo esta luz se expande y llena todo tu ser. Reconoce que todo lo que buscas ya está presente en tu interior: paz, amor, alegría, sabiduría. Permítete sentir la realización interna al reconocer que eres completo tal como eres.