Resumen:
Al liberar lo que tenía atrapado en mi garganta, reconocí que había mucho odio acumulado en mí. Me di cuenta de las personas con las que no pude comunicarme ni cerrar esa comunicación, y que me sentí traicionado. Consultando con mi interior y guías espirituales, comprendí que la consciencia no se ajusta a nuestras creencias, sino que nosotros debemos ajustarnos a ella. Para abrir mi corazón al amor incondicional y protegerme sin caer en el proteccionismo, debo cambiar mi postura física y mental. No debo defenderme del mundo, sino fortalecerme a mí mismo y aceptar los destinos de cada uno. Opto por trascender los conflictos y abrir mi corazón, sabiendo que mi mayor fortaleza es el amor.
Frase:
“Opto por trascender los conflictos y abrir mi corazón, sabiendo que mi mayor fortaleza es el amor.”
Ejercicios:
- 1. Visualización del corazón abierto: Imagina que tu corazón se abre como una flor, irradiando amor y compasión. Visualiza cómo esa energía amorosa se expande a tu alrededor, abrazando a todas las personas y situaciones. Siente cómo esa apertura te fortalece y te conecta con la incondicionalidad.
- 2. Postura consciente: Presta atención a tu postura física a lo largo del día. Asegúrate de mantener la espalda recta y los hombros relajados. Esto ayudará a liberar la presión en tu pecho y a mantener una actitud abierta y receptiva.
- 3. Perdón y liberación: Realiza un ejercicio de perdón hacia aquellos que sientes que te han traicionado o causado dolor. Puedes hacerlo mentalmente o escribir una carta simbólica donde les ofrezcas tu perdón y los liberes de cualquier resentimiento. Esto te permitirá soltar el peso emocional y abrir espacio para el amor incondicional.
- 4. Gratitud y aprecio: Cada día, tómate un momento para reflexionar sobre aquello por lo que te sientes agradecido. Puedes hacer una lista mental o escribir en un diario. Cultivar la gratitud te ayudará a mantener una perspectiva positiva y a valorar las riquezas que ya tienes en tu vida.