RESUMEN:
En este diálogo, el “YO” y el “SOY” reflexionan sobre la percepción y la verdad. Reconocen que nuestros ojos son herramientas limitadas y subjetivas para captar la realidad. Cada ser vivo ve el mundo de manera única y solo puede percibir lo que su capacidad le permite. La realidad es relativa y depende de la capacidad de percepción de cada individuo. La verdad absoluta escapa a la visión limitada de los ojos humanos. El texto invita a ampliar la visión y abrirse a nuevas realidades y experiencias para obtener una comprensión más amplia del mundo. También se menciona la importancia de la glándula pineal, el “tercer ojo”, en la regulación de la percepción y el despertar de la conciencia. Se destaca que tanto en el plano físico como en el emocional, el ciclo de sueño y vigilia es esencial para el equilibrio y la transformación. Se enfatiza que despertar en consciencia es un proceso gradual y que cada individuo tiene su propio ritmo. Además, se menciona la importancia de aceptarse a uno mismo y superar los prejuicios y preconceptos que distorsionan la visión de uno mismo. El texto concluye animando a tener una nueva visión del día y a disfrutar el despertar de la consciencia.
FRASE:
La Verdad no puede ser vista. Pues ningún ojo puede verlo todo.
EJERCICIOS:
- Meditación de observación: Dedica unos minutos cada día a observar conscientemente tu entorno. Presta atención a los detalles y trata de ver las cosas desde diferentes perspectivas. Esto te ayudará a expandir tu capacidad de percepción y a desarrollar una visión más amplia.
- Meditación de la respiración: Dedica unos minutos cada día a enfocarte en tu respiración. Siéntate cómodamente y concéntrate en las sensaciones físicas de tu respiración, ya sea en la punta de tu nariz, en tu pecho o en tu abdomen. Observa cómo tu respiración entra y sale de tu cuerpo, manteniendo tu atención en el presente.
- Meditación de visualización: Imagina que tienes un tercer ojo en el centro de tu frente, relacionado con tu glándula pineal. Visualiza este ojo como una fuente de sabiduría y comprensión. Cierra los ojos y dirige tu atención hacia este tercer ojo, permitiendo que se abra y revele nuevas perspectivas y conocimientos.
- Meditación de conexión: Tómate un momento cada día para conectar con tu cuerpo, tu mente y tu espíritu. Puedes hacerlo a través de afirmaciones, repitiendo palabras de poder o simplemente tomando conciencia de tu conexión con el universo. Siente esa conexión en tu corazón y permítete estar presente en el momento presente.