INTUICIÓN

3 NOVIEMBRE

RESUMEN:

Durante una noche, Matías experimentó una conexión profunda con un ser que le mostró una oscuridad luminosa, donde la paz y la muerte parecían converger. Esta oscuridad le reveló una luz diferente, una que brilla incluso en las sombras. Matías aprendió que la verdadera profundidad no se refiere a sumergirse en lo oscuro físicamente, sino a encontrar la unidad en todo. La iluminación no solo se encuentra ascendiendo hacia la luz celestial, sino también explorando las profundidades y enfrentando nuestras sombras. Ser verdaderamente espiritual implica respirar con plena conciencia y entender que la iluminación proviene del interior, de la capacidad de manifestar luz incluso bajo presión. La verdadera iluminación es atravesar e integrar todas las sombras, y para ello, es fundamental la paciencia. Esta paciencia, relacionada con el sufrimiento y la capacidad de soportar, es vista como un atributo más desarrollado en la feminidad. La intuición, que es la capacidad de ver con claridad en la oscuridad, se fortalece con la paciencia. En nuestra sociedad actual, donde todo es instantáneo, cultivar paciencia es un desafío.

FRASE:

“La verdadera profundidad no se refiere a sumergirse en lo oscuro físicamente, sino a encontrar la unidad en todo.”

EJERCICIO:

• 1)Meditación de Profundidad:

  • Encuentra un lugar tranquilo para sentarte o recostarte.

  • Cierra tus ojos y comienza a respirar profundamente.

  • Imagina que te sumerges en un océano oscuro y tranquilo. Con cada respiración, te adentras más en sus profundidades.

  • A medida que desciendes, en lugar de oscuridad, encuentras una luz brillante que representa la unidad y la conexión con todo.

  • Siente cómo esta luz te envuelve y te conecta con el universo.

  • Al exhalar, imagina que emergen burbujas de luz que ascienden a la superficie, llevando contigo la sensación de paz y unidad.

  2)Meditación de Observación de la Naturaleza:

  • Encuentra un espacio al aire libre, preferiblemente cerca de la naturaleza.

  • Observa tu entorno y encuentra un objeto o ser vivo, como una planta, un insecto o una nube.

  • Contempla ese objeto y reconoce que es una manifestación de la misma energía que te compone a ti.

  • Respira hondo y siente la conexión con ese objeto o ser, entendiendo que ambos son partes de un todo más grande.